VER ARTÍCULO EN PDF Publicado 25-09-2025 Número Vol. 10 Núm. 2 (2025): Abril - Junio Sección Artículo de Revisión Palabras clave: Dolor crónico, dolor intratable, marihuana medicinal, dronabinol, cannabidiol Licencia y derechos: Derechos de autor 2025 Sandro Córdova Linares Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución 4.0. La revista utiliza una licencia Creative Commons para mostrar a los lectores y usuarios cómo se pueden utilizar los contenidos publicados. Los contenidos publicados en esta revista están bajo una licencia CC-BY 4.0. Esta licencia permite: Compartir — copiar y redistribuir el material en cualquier medio o formato Adaptar — remezclar, transformar y construir a partir del material para cualquier propósito, incluso comercialmente. Bajo los siguientes términos: Atribución — Usted debe dar crédito de manera adecuada, brindar un enlace a la licencia, e indicar si se han realizado cambios. Puede hacerlo en cualquier forma razonable, pero no de forma tal que sugiera que usted o su uso tienen el apoyo de la licenciante. Uso de Cannabis sativa L. para el dolor refractario crónico y dosis reportadas en la literatura Use of Cannabis sativa L. for refractory chronic pain and doses reported in the literature Sandro Córdova Linares Subgerencia de Medicina Complementaria, Gerencia Central de Prestaciones de Salud, Seguro Social de Salud (EsSalud). Lima, Perú. https://orcid.org/0009-0002-1448-8767 Resumen El dolor crónico refractario, definido por la ineficacia de opioides potentes y antiinflamatorios a dosis terapéuticas, constituye un reto clínico relevante. En este contexto, el uso de Cannabis sativa L. ha emergido como una alternativa terapéutica complementaria, gracias a la acción de sus metabolitos activos, el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD), sobre el sistema endocannabinoide. Esta revisión analiza la evidencia disponible sobre el uso clínico de derivados de Cannabis sativa L. en adultos con dolor crónico refractario, detallando dosis, formulaciones y vías de administración. Los estudios incluidos evidencian reducciones de intensidad e interferencia del dolor, mejorías en sueño y calidad de vida, y disminución del consumo de opioides, aunque con efectos adversos frecuentes, en su mayoría leves. Las dosis reportadas muestran gran variabilidad: combinaciones orales de THC:CBD oscilaron entre 2,5 mg+5 mg y 40 mg+40 mg diarios; en vía inhalada, las dosis fueron de 0,5–1 mg/día de THC; mientras que formulaciones oromucosas alcanzaron concentraciones de 27 mg/mL de THC y 25 mg/mL de CBD. Las recomendaciones actuales promueven iniciar con dosis bajas y escalar gradualmente, priorizando productos estandarizados y vías no inhalatorias. La certeza global de la evidencia es baja a moderada, con heterogeneidad metodológica, por lo que se requiere seguimiento clínico estrecho y uso en esquemas multimodales. No se hallaron comparaciones directas entre C. sativa L. y C. indica Lam., siendo el quimiotipo (razón THC:CBD) el principal criterio clínico de selección.